Esta santa tierra de María cada día nos sorprende con algo nuevo. Golpeada por el paro, subsidiada, maltratada por los informes en educación, atrasada económicamente, sin embargo tiene una clase política gobernante que en vez de vivir en esta tierra parece que viva en países de holgada economía.
Esta clase política gobernante es la única que no asume ninguna responsabilidad por su gestión, está bien pagada, según la responsabilidad hasta tiene coche y chófer que vienen a recogerlo y traerlo a su casa y al final de su mandato le tienen guardado un puesto de trabajo mejor del que tenían o un puesto de trabajo si no tenia cuando accedió a la política. (la mayoría acceden a la política para eso).
Es más, es la única que además coloca a su parentela o amigos y si son del partido vía libre aunque sea un tonto integral, para eso están las agencias, fundaciones, consorcios, mancomunidades…, la administración paralela que es como se llama.
Con la picaresca que nos caracteriza ¿ habrá algún delegado que se haya empadronado a más de
Mientras tanto el gobierno de
Al hilo de esta noticia que ha publicado hanibal, pregunté a un maestro, víctima de los recortes aprobados por la Junta y consentidos por IU, qué cantidad percibían por ser desplazados fuera de su domicilio habitual para ejercer su profesión.
ResponderEliminarLa respuesta fue la siguiente: 2,41 euros,
Esto deja patente que el bienestar que buscan los políticos, sea del color que sea, es el suyo propio.
Con 1.900 euros se paga la casa-habitación, que así la denominan, de cerca de 1.000 maestros.
¡Qué enorme debe ser el piso-casa de un alto cargo de la Junta para que quepan tantos maestros!
Menos mal que IU iba a cambiarlo todo.
Me acuerdo de Lampedusa.
Más caro sale un chófer y un coche a disposición de los jefes.
ResponderEliminarLos políticos siguen con lujos impropios de los tiempos que corren.
La paja en el ojo ajeno...
Es curioso pero no os veo criticar que el PP nos deje sin paga de Navidad. Vaya deriva ideológica que habeis tomado estosaños. Ni Franco en sus mejores tiempos, oiga.
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