domingo, septiembre 02, 2012

EL FINAL DEL VERANO

Finales de agosto, fin de las vacaciones. La traída de la Virgen da comienzo al fin de las vacaciones. Nuestros paisanos, aquellos que pueden, regresan de las playas, del campo o de algún viaje realizado dentro o fuera de la península. Las vacaciones estivales es una época en donde, aparte del descanso merecido, sirve para ponerse al día en la lectura, realizar deporte en sus variadas disciplinas, sirve para pensar, para instruirse…pero lo que parece que no arregla, corrige en algunos es la memez. Vienen tan idiotas y bobos como se fueron. Para esta gente las vacaciones le han servido para aumentar su grado de necedad. Increíble pero así es. En este caso yo no creo que sea así. Le achaco más a una insolación, a un lapsus intertemporal, un cambio brusco del aire húmedo playero al seco pueblerino, o lo que los psicólogos llaman síndrome posvacacional: una percepción mediatizada de la realidad que le rodea provocado por el cambio brusco de los hábitos vacacionales.

Estoy convencido de que eso es lo que le ha pasado a mi amigo Del Carmen que en su reentré en la página oficiosa de IU, en su entrada LA DECADENCIA DE BOLLULLOS DICE:

“¿Puede alguien decirme que se está haciendo en este pueblo en el plano cultural o deportivo? ¿Sabe alguien por qué está el pueblo tan dejado y sucio? ¿Esta es la imagen que queremos proyectar al exterior?”


¡Ahora se lo que le ha pasado¡ Mi amigo Del Carmen se ha equivocado de pueblo. El no puede vivir donde yo vivo y viven 13.000 bollulleros más ¿se habrá ido al pueblo de la mujer? ¿Ha vuelto al pasado, a la época de D. Juan Carlos Sánchez Alvarez?


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