El descrédito que viene acarreando IU en Andalucía, a nivel nacional se
está convirtiendo en un partido residual, es proporcional a la política de
cambalache llevada a cabo. El hoy coordinador regional fue hace siete años
quién resolvió el expediente de expulsión de la asamblea local de Bollullos a
causa de un acto democrático como fue consultar a las bases, a la asamblea del
partido sobre la idoneidad de promover una moción de censura para desbancar a
un prevaricador, un delincuente como así la justicia ha sentenciado.
Lo que hace siete años era una aberración, consultar a la asamblea, en
estos días de pactos el mismo inquisidor
Maillo de hace siete años, da vía libre a que las asambleas locales de IU
decidan sobre si pactar o no, si gobernar o no, si apoyar o no. Ahora es
“legal”, hace siete años existían intereses ocultos que salieron a la luz hace
cuatro años con el pacto que apuntaló a un gobierno comido por la corrupción.
Así lo ha pagado y lo seguirá pagando.
Desde entonces ha habido elecciones locales, autonómicas, generales e
IU no rebasa el listón de los 600 votos. No hay más tela, porque toda está en
Independientes, y esto no lo han asimilado ni Jfelix, ni Noelia ni por supuesto
el “rajado” de DOCARMO. Esto es lo que pasa por unas equivocadas decisiones al
igual que cuando se coogobernó con el PSOE para que no lo hiciera el PP en la Junta.
IU como tal desaparece, ya se están encargando Cayo Lara y Garzón en
definitiva el PCE en amortizar las siglas porque ya no vende, no tiene crédito.
PODEMOS y los movimientos ciudadanos le han pasado por encima. Cual mendigo,
Garzón está llamando a las puertas de PODEMOS para entregarse con tal de tener
algo de poder, pidiendo una coalición con el partido de Pablo Iglesias con
otras siglas. Iglesias le ha hecho una higa como una catedral.
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