No es lo mismo caerse que callarse,
como no lo es tampoco abrir la boca que quedarse con la boca abierta,
que es lo que me pasó cuando leí las declaraciones de Cayo Lara
cuando le preguntaron sobre el pacto en Andalucía si por un casual
fuese imputado algún miembro del gobierno por el caso de los ERE. La
periodista se refería al Sr. Griñán.
Cayo Lara, que no sé por qué no se
calló, dijo más o menos que el pacto estaba por encima de todo, que
la estabilidad era lo más importante, que ellos tenían un código
ético donde ningún imputado por corrupción puede estar en órganos
institucionales o de gobierno y que allá el PSOE, como si el PSOE no
fuera su socio y mentor, como si el roce no hiciera el cariño y lo
podrido no se esparciera por todo lo que tiene a su alrededor.
Pues ni una cosa ni otra. Ni su partido
cumple con su código ético (ahí tiene usted al Sr. Torrijos y a un
asesor del Sr. Valderas) ambos imputados y con sus “carguitos”,
ni su partido debería seguir ni un segundo en un gobierno donde la
justicia señale con el dedo a algunos de sus miembros.
Lo de la estabilidad déjelo usted para
las almas cándidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario