sábado, marzo 30, 2013

BEN-HUR y sus enseñanzas

¿Quién no ha visto BEN-HUR? Seguro que muchos y más de una vez. Con el paso del tiempo a la película le extraes alguna cosa nueva que las veces anteriores ha pasado desapercibido motivado porque el que ve la película ha cambiado la percepción de ver las cosas y lo que antes era una historia ambientada en la época de Jesús, se cruzan varias veces el hilo de la historia con los últimos años de Jesús, ahora se presenta a mis ojos como parte de la realidad de hoy en día. Y es que la condición humana, en cuanto a valores esenciales, poco ha cambiado.
Me quedé con la escena de Mesala y Ben-Hur casi al principio de la película, donde el tribuno de vuelta a Judea, después de triunfar en las legiones y saborear el poder de Roma, le pide a su amigo de la infancia que traicione a su pueblo, a sus amigos por no pensar como él. Mesala dominado por la codicia y el poder que Roma, que a quién le sirve bien le recompensa, pronuncia las frases terribles y excluyentes:
-          Quién no me ayuda y está  conmigo (Roma), está en contra mía y de Roma.
Fue en ese momento donde recordé que la miseria humana después de dos mil años sigue intacta. Es la misma sentencia que hasta hace poco un mísero aplicaba a sus conciudadanos. Nada ha cambiado, el poder cambia a las personas y a los míseros los vuelven miserables.
Mesala, como sabéis, murió en la famosa escena de la carrera de cuadrigas, el mísero es un cadáver viviente que purga sus maldades ante la indiferencia de sus conciudadanos y de “Roma”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario