martes, septiembre 10, 2013

De la tristeza a la melancolía.

Si de su pueblo hace bastante tiempo que no se preocupa,  no sé por qué esa tristeza repentina,  cuando hace poco no le ha importado que su alcalde fuese un condenado por la justicia, un prevaricador reincidente, al  que tenía que soportar  por unos cuantos tejemanejes, prebendas y canonjías. No se puso taciturno ni afligido cuando, con “manu militari”, aniquiló la asamblea que lo elevó a los altares.  Cosas de los dioses que están por encima del bien y del mal. Ahora está triste, y más que se va a poner,  porque el compañero  “Pepe Griñán”, al que ha aupado a la presidencia de la Junta de Andalucía, parece ser imputado por el tema de los EREs.
Antes de que “Pepe Griñán” le nombrase Vicepresidente y le echase el brazo por encima, para Valderas era un corrupto, alguien que “por acción u omisión había sido responsable de los fraudulentos EREs” (debate en canal sur previo a las elecciones), un ser casi despreciable, enemigo de la clase trabajadora y cómplice de la trama.
El abrazo lo cambió todo, algo milagroso al alcance sólo de los dioses y de los elegidos para la gloria. Lo tapó, lo justificó, lo disculpó, lo apoyó, se sentó en el trono pestilente, se tapó la nariz y, a partir de entonces, el compañero “Pepe Griñán era un amigo acosado por la justicia, perseguido y hostigado de la manera más ruin que se pudiese imaginar.
La justicia es lenta pero implacable. El “corrupto Griñán”, luego compañero, va a ser imputado y nadie sabe dónde llegará el brazo de la ley. Lo mismo le ocurrió al ex alcalde. Para estar en política ocupando importantes cargos y sillones hay que tragar sapos como elefantes. Es el precio y siempre hay alguien que está dispuesto a pagarlo. Hay una suculenta recompensa.

Ahora,  entre su pueblo y el compañero “Pepe Griñán”,  la tristeza se convertirá en melancolía, salvo que la nueva “compañera Susana” haga terapia de bolsillo y otra vez verá la luz y la sonrisa iluminará su rostro. Qué más da Pepe o Susana, lo importante es la pegatina en la solapa.
Moraleja: no importa el cómo ni el por qué, con el PSOE hasta que el bolsillo tienda a reventar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario