Como siempre ocurre, cualquier cosa, por
insignificante que pueda parecer, es merecedora de enfrentamiento político.
Hasta algo tan doloroso y lacerante como el paro es aprovechado para el debate
de la manera más demagógica y ruin que podamos imaginar.
Acabamos de conocer el último dato de desempleo
(27%) que nos sitúa en una situación dramática, desesperada para muchos y con
un miedo espantoso en los demás. Ni así, ni ante trance tan terrible, los
políticos, sindicatos, agentes sociales y económicos son capaces de decir la
verdad, asumir responsabilidades y llegar al más mínimo entendimiento que pueda
sacar a este país de tamaño desastre. Miran a otro lado, se señalan mutuamente,
no se puede hacer otra cosa, …Palabras y frases que hieren aún más, si cabe,
que la desgraciada situación de millones de españoles que no merecemos a esta
clase política anodina, mediocre, que no merece más que nuestro más firme
reproche.
Aquí siempre la culpa es del otro cuando no de
nadie. Muy pocas veces hemos oído por boca de un político reconocer errores
propios y asumirlo.
Que vamos al más absoluto desastre alimentando
políticas liberales y favoreciendo al nuevo capitalismo especulativo, es más
que evidente. Pero seamos serios en los análisis y quitemos la máscara a todos
los que han estado detrás de dichas políticas. Veremos entonces el verdadero
rostro, mejor dicho, los verdaderos rostros de los que nos han llevado a tan
dramática situación, porque aquí parece que nadie ha roto un plato, cuando los
números, los fríos números, ponen de manifiesto que nadie se salva de ser
señalado como partícipe del desastre. Los datos no son de nadie, no se pueden
manipular, es la realidad misma, y ésta pone nombres y apellidos a los autores,
tristes autores.
Si escuchamos declaraciones de algunos interesados,
parece que el aumento del paro se está produciendo desde hace unos pocos de
meses a esta parte, cuando la realidad es otra. Según el Instituto Nacional de Estadística, en el año 2008 (Gobierno de Zapatero y primeros balbuceos de la
crisis negada) el paro en España era de 9,5% aproximadamente. Cuando el Sr.
Zapatero dejó el gobierno al final del 2011 dejó en España un paro del 23%
aproximadamente. En tres años había subido el paro más de un 13%. Sin embargo
teníamos la sensación de que todo iba bien, no había tanto ruido, tanto clamor de
indignado, tanto sindicato reivindicativo, tanto de esto, tanto de lo otro
¿verdad?
A partir de 2012 (Gobierno de Rajoy) y hasta el
último dato conocido, el paro ha llegado al 27%. Es decir, en año y medio ha
subido un 4%, lo que quiere decir, que si sigue esa progresión, en tres años
aumentará un porcentaje parecido al del periodo de gobierno socialista.
De todo ello se pueden extraer conclusiones u
opiniones de tipo político. Planteo dos que considero importantes: Rajoy mintió
cuando decía que esto lo arreglaba en una legislatura y ahora desarrolla
políticas contrarias a su programa y Rubalcaba no puede decirnos ahora que
tiene la solución cuando hace poco más de un año fue mano derecha de un
gobierno que en tres años subió el paro más de un 13%.
Estos datos reales muestran que ni contigo ni sin ti
tienen mis males remedio, pero al menos que no nos engañen más.
(En una próxima entrada hablaremos del paro en
Andalucía y sus “culpables”)