domingo, septiembre 04, 2016

si una cosa va mal, irá a peor

Hace un mes que no escribo nada. En mi última entrega decía que la “caló” todo lo ralentiza y paraliza, premonición que se cumplió en mi persona y en Bollullos ante también la ausencia imperdonable de actividades en nuestro pueblo.

No sólo eso, sino que al sacudirme la soporífera siesta tan prolongada, volviendo otra vez a tomarle el pulso a nuestra ciudad pensé que hasta la luz eléctrica se había ido de vacaciones, por la oscuridad prolongada de ciertas calles, las aguas de las fuentes se habían vuelto verde por el arte de la ineficacia y el polideportivo cerrado los sábados y domingos. Las fuentes del parque pareciera que el personal del ayuntamiento estaba ausente, por la dejadez que presentaba, al igual que al ausencia del médico de urgencias por el traslado de un caso urgente a Huelva. El IBI es cierto que subió , quizás soñé que el eficiente concejal de economía lo bajaba, los trabajadores siguen sin estar al día con sus nóminas y el CHARE se ha inundado de tanta mentira.

Todo a peor, como una de las leyes de Murphy: si una cosa va mal irá a peor.

Ante este panorama y con el aumento de las temperaturas, otra vez, vuelvo a la placentera siesta.   

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