Confieso que Pedro Sánchez no es un político de mi devoción. De segundón
en el partido accedió a la secretaria general mediante primarias y eso merece
un respeto. Respeto que no han tenido sus propios compañeros de la nobleza
socialista.
Vaya por delante que pienso que tenía que haber dimitido en diciembre
del año pasado cuando cosechó la peor derrota electoral del PSOE. No lo hizo y
en las de Junio por vergüenza tenía que
haberlo hecho. Esos son decisiones personales.
Ahora bien, no toda la culpa es de Pedro Sánchez. Esto viene de muy
atrás y además se une que, quien lo aúpa a la secretaría general, al día siguiente comienza a conspirar
contra él hasta el día de ayer. Si Pedro Sánchez se aferraba al cargo la conspiradora
lo ambicionaba y cuidadosamente calculado da el paso para descabalgar a Pedro
Sánchez. El único secretario general elegido en primarias ha dimitido forzado
por una que ha llegado al poder a base de trepar en el partido.
Según Borrel, un político serio y de valía, la maniobra de dimisión de
los miembros de la ejecutiva para que esta se encuentre en minoría, y por lo
tanto el secretario general deba dimitir, no se sustenta en el articulado de
los estatutos del partido. No existe ningún artículo que recoja esa maniobra. Por
lo tanto es un golpe de mano perpetrado por los críticos cuya cabeza visible es
Doña Susana Díaz.
No sé si dará el paso a la secretaria general, a las primarias le teme
más que a un Miura, ella es más de ser elegida mediante compromisarios ya que
así puede controlar, presionar y ofrecer a las agrupaciones. Mas no se crean
que ella va a salvar al partido si se presenta como candidata a la presidencia
del gobierno. A lo mejor quiere emular a Felipe González que desde Sevilla y
con “el clan de la tortilla” asaltó la secretaria general y el gobierno, no lo
sé, pero si aquellos eran “el clan de la tortilla”, éstos son “el clan del
huevo frito”, peor preparados y trepas de partido.
Dicen las malas lenguas que a Doña Susana Díaz Pacheco le llaman “la
cruzcampo”…¿porqué dice el otro?...Porque solo la quieren en Andalucía. Ahora
menos.